Nunca dejaba de mirar, buscando incesante y desesperadamente su olor, esperando que su imagen no se desvaneciera, que no olvidara nunca su voz.
Pero se fue, y lo hizo para no volver; para no tener que esperar, no tener que hacer preguntas y no creerse las respuestas.
Se cansó, de todo, de lo de siempre, de su historia, del dolor y del amor. Se cansó de su vida.
Se fue y ya no volvió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario