Al lado del mar, junto a la arena
me hacías el amor y yo te lo hacía a ti.
En nuestra cama, cada noche, cada mañana...
siempre dentro de ti.
Gemía de placer, temblaba de placer
pedía más y tú siempre me dabas más
me lo dabas todo.
Gemías de placer, respirabas deprisa
me pedías y yo te respondía.
Siempre te respondí.
Tu cuerpo y mi cuerpo se unían,
se buscaban y se encontraban...
al fin. Y entonces el clímax.
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